El hosting es un servicio mediante el que cualquier persona o entidad pública en la red de redes su sitio web, con sus correspondientes páginas. Las empresas que lo prestan —nuestros anfitriones en internet, podríamos decir— aportan todo lo necesario para que los demás puedan acceder a nuestros contenidos en línea en todo su esplendor.
Tales contenidos se “hospedan” en ordenadores configurados específicamente a tal fin: son los llamados servidores. Los internautas que desean visitar nuestro sitio web introducen el nombre de este (el dominio) en su barra de direcciones y, ¡abracadabra, pata de cabra!, la magia de internet los transporta intactos.